La magnífica campaña realizada en la pasada campaña electoral andaluza ha calado hondo. #lacazatambiénvota, llevada a cabo por la Federación Andaluza de Caza ha conseguido, entre otros muchos logros, que hoy toda España pueda leer la fuerza que ostenta el colectivo cazador español.Emilia Landaluce escribe un artículo en el que habla de la caza como una afición transversal que cala en toda la sociedad andaluza: «que agrupa desde aquellos que asisten a cacerías de mil perdices en fincas de 10.000 hectáreas (los menos), hasta los que se contentan con correr una liebre o tirar un par de conejos en algún coto social. Y también a la izquierda: Cayo Lara, Antonio Romero, Baltasar Garzón y el ex ministro Mariano Fernández Bermejo son sólo algunos ejemplos de que la caza no es en absoluto una afición de derechas».
El día que lo ha cambiado todo
Ahí está el secreto de la sorpresa electoral que han impulsado los cazadores andaluces y que, desde ese 2 de diciembre por la noche, ha hecho cambiar o reforzar la ruta pre electoral de muchos partidos políticos, incluso de los que han abogado por atacar la actividad cinegética e incluido intenciones de prohibirla en sus programas.
La fuerza del cazador
El artículo muestra la fuerza del cazador andaluz: «La Federación Andaluza de Caza (FAC) tiene registrados 100.000 federados y 250.000 licencias de caza», y la fuerza que ha conseguido canalizar la FAC a través de su impecable trabajo durante campaña, de comunicar al cazador cómo la actividad que les une era tratada por las diferentes agrupaciones políticas.
Así lo narra el diario El Mundo: «Hace unos meses, su presidente, José María Mancheño, organizó la campaña #Lacazatambiénvota, dirigida a movilizar electoralmente aquellos que quisieran mostrar apoyo por su afición. No se trataba de estar con uno u otro partido, sino más bien de que los partidos apoyaran nuestras demandas» dice el presidente de la FAC.
PSOE, PP, Ciudadanos y Vox acudieron a la llamada de Mancheño y su Federación para utilizarles como transmisores de sus respectivas defensas para con la caza. Cada uno bajo lo que marcaban las líneas electorales de sus colores. Adelante Andalucía rechazaba el diálogo y la exposición de las razones por las que había incluido en su programa postulados tan radicales como prohibir taxativamente la caza con perros.
Hay que seguir trabajando
Y el cazador andaluz lo tuvo en cuenta. Y Adelante Andalucía perdió 300.000 votos. Algo está cambiando. De hecho, algo ha cambiado. Los partidos han hablado de caza y, desde ese 2 de diciembre por la noche, no dejan de hacerlo para destacar las bondades que arrastra la actividad cinegética en el entorno rural. Desde el seno del PSOE han sido muchas las declaraciones de otros presidentes de autonomías que han visto las barbas del vecino cortar, como hemos leído estos últimos días de García-Page y Fernández Vara. En el PP también trabajan a diario para que el cazador les vuelva la mirada. Esto solo nos beneficia.
La FAC actuó como altavoz, nada más, como Mancheño vuelve a repetir en El Mundo: «Nosotros no vamos a apoyar a ningún partido porque sabemos que nuestros federados mantienen posiciones políticas muy diferentes. Pero sí es verdad que los de Vox han sido los que han hablado más claro a favor de la caza. Y eso se ha notado». La rebelión de los cazadores, lo llama El Mundo.
No se pierdan el artículo sobre caza, sobre política y sobre la inevitable comunión que ambas deben protagonizar. España ha despertado y ha notado con estruendo la fuerza que tiene el colectivo cazador. Llevábamos mucho tiempo diciéndolo, pero al fin se ha demostrado. Gracias Federación Andaluza de Caza por impulsarlo. Ahora todos debemos continuar con el camino marcado.