
La persona que lo encontró, lo hizo el pasado 10 de septiembre en Horcajo de las Torres, en Ávila. Inmediatamente se puso en contacto con el Servicio de Protección a la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil. Se trataba de un galgo ocho meses que fue sustraído en la comunidad de Castilla-La Mancha, pero no fue fácil llegar a descubrir todo esto.
Le quitaron el microchip y borraron el tatuaje
No fue sencillo, sobre todo porque el autor o autores del robo habían extraído el microchip mediante una pequeña incisión en el cuello y sobre escribieron el tatuaje correspondiente a animales federados. Los delincuentes se aseguraron de que el galgo no pudiera ser identificado.
La base genética de la FEG, clave
Pero esto no detuvo a los agentes del SEPRONA, que se pusieron en contacto con la Federación Española de Galgos. El trabajo conjunto logró llevarles hasta el legítimo propietario gracias a la base de datos que la Federación posee con un registro de los perfiles genéticos de los galgos federados. Esta misma semana la Guardia Civil entregó el perro a su propietario.
La investigación sigue su curso, y los agentes del Seprona no descartan que «en los próximos días» se puedan producir detenciones relacionadas con estos hechos.