Los vídeos se han hecho virales por lo llamativo de ver un comportamiento que nada tiene que ver con el de un felino salvaje. En ellos, observamos a una madre con varias crías que se pasean entre unos ciclistas que graban el insólito momento.La sorpresa del grupo de ciclistas es mayúscula cuando se encuentran con un lince adulto y varias crías en el camino por el que circulan. Se detienen y los linces siguen allí, rodeándoles sin huir. Esa actitud confiada les permite grabar varios vídeos.
Reacciones
Las reacciones en las redes sociales no se han hecho esperar, ante lo insólito del comportamiento de unos linces que se supone deberían ser salvajes al no llevar collares localizadores. Usuarios de Facebook se preguntan si serán animales reintroducidos al medio, al no poder creer que felinos tan esquivos como el lince se comporten de manera tan mansa, más aún cuando tiene varias crías a su cargo.
Otro usuario recuerda que «hay muchas razones por las que deben temer al hombre, además de por su actitud. Están los coches, los perros, las enfermedades de los animales de granja y domésticos Al final no es bueno que se acostumbren».
También hay quien intenta explicar este tipo de comportamientos aludiendo a investigaciones científicas: Tomás Salmerón explica lo siguiente: «No sólo no es el comportamiento tipo de una lince; no lo es de ningún felino silvestre (sea cual sea la especie). Este comportamiento sólo es posible si, dentro de la conocida como fase sensitiva (Konrad Lorenz, Nobel 1973), la hembra fue sometida a cierto grado de imprinting. Posteriormente, si fue puesta en libertad, se reprodujo, careciendo de temor al ser humano, y transmitido, en consecuencia, a sus cachorros; permaneciendo estos igualmente confiados ante las personas, en virtud del aprendizaje (por imitación) recibido de su progenitora.
»Este episodio, por extraordinario que pueda parecer a alguien, ya ha sido corroborado en repetidos experimentos, como por ejemplo con leopardos, en la India (hace ya más de 3 decenios). Nada nuevo bajo el Sol. Que no me cuenten milongas. Un servidor no cree en cuentos de Walt Disney, sólo en la Ciencia y en su poder de demostración empírica».