
La enfermedad tiene un foco en Rumanía, que ha detectado más de 780 brotes en los últimos meses. Por el momento se considera que la situación está bajo control en países de la UE como Estonia, Letonia, Lituania, Hungría, Polonia, Bulgaria. En Austria o República Checa la vigilancia está en su grado máximo, aunque se teme un contagio masivo a otros animales a partir de los jabalíes.
Los brotes de peste porcina africana en 2018 se han detectado en 4.800 casos, de los cuales 3.800 corresponden a jabalíes y mil en pequeñas explotaciones porcinas.
Medidas preventivas
El pasado lunes el gobierno anunció, como medida preventiva, la prohibición de importación de jabalíes al territorio nacional. Además, deben incrementarse todas las medidas de vigilancia, así como las de limpieza, bioseguridad o desinfección de vehículos.
La enfermedad es compleja de controlar dado que no existe una vacuna eficaz y, aunque no supone riesgo para la salud humana, es mortal para los animales afectados.